La Voz de las Espadas supuso mi primer contacto con su autor: Joe Abercrombie. La obra, publicada originalmente en mayo de 2006, es el primer volumen de la trilogía de La Primera Ley y es la introducción a un mundo con un ambiente típicamente medieval donde el plato fuerte son los personajes. La magia tiene una presencia que, si bien está bastante presente, queda un poco relegada a un segundo plano. También encontraremos a personajes que directamente son del todo escépticos respecto a ella considerándolo un arte ya perdido.
El ritmo de la narración es constante, y no pasa mucho tiempo desde que comienza la historia, podemos decir que empieza a final del invierno y terminaremos en el periodo estival. Por lo tanto el conjunto de los hechos se fraguan en unos pocos meses. Serán los personajes los que nos irán explicando como funciona el mundo y a través de ellos veremos todo el trasfondo que hay más allá de lo que les acontece. Pero no solo eso, Abercrombie consigue que tras leer unos pocos capítulos te resulte imposible desengancharte de leer su historia. La cual va desgranando poco a poco con ingeniosas conversaciones, el humor negro y los diversos detalles que engalanan todo. Dando como resultado unos personajes creíbles y realistas
Se trata de una obra coral, donde los personajes son el elemento principal que hará que no paremos de leer. Las descripciones de cada personaje se van haciendo progresivamente, por lo que el personaje se nos irá dibujando a medida que avancemos en la historia. Así mismo cada uno de los personajes atiende a un espectro de comportamiento distinto. Tenemos desde al joven de alcurnia, orgulloso, mimado y ególatra, pasando por una joven y rebelde esclava fugada, un norteño capaz de hablar con los espíritus, hasta llegar a un cínico inquisidor torturado por sus dolores pasados y presentes. La primera impresión que tendremos de los personajes es de que son los típicos clichés dentro de la fantasía, pero Abercombie lo contrarresta muy bien entregándonos unas personalidades y unos caracteres que nos absorberán por completo. Esto hará que algunos nos caigan bien o que despreciemos a otros, puede que incluso podamos llegar a tenerles lástima en algún momento. Son por tanto personajes muy bien conseguidos y con personalidades muy logradas, cada uno de ellos con unas características que los distingue y hace que los diferenciemos fácilmente del resto. Todo esto ayudará a que los veamos evolucionar a medida que se suceden los hechos.
Así conocemos al Inquisidor Glokta, quién en primera instancia me parecía un personaje un tanto insustancial y casi irrelevante, no podía estar más equivocada. Es un personaje muy conseguido, con una reputación que habla por sí sola. Un hombre que ha aprendido de la crueldad que tuvieron con él para alimentar y poner la suya propia al servicio de su país. Con una mente atormentada por las penurias pasadas, no por ello deja de ser agudo, astuto y perspicaz, con él veremos la distribución de la sociedad y el politiqueo que se cuece la capital: Adua.
También visitaremos la ciudad y veremos algo de su politiqueo con Jezal dan Luthar, un soldado joven, de familia poderosa y adinerada, ingenuo y ególatra que únicamente piensa en su propio por venir y en como alcanzar la gloria, para la cual necesita ganar el Certamen de Esgrima Estival.
Por otra parte tenemos al norteño Logen Nuevededos, apodado el Sanguinario, un personaje que me ha encandilado desde el principio. Un superviviente, curtido en batallas y combates de los mas truculentos. Será gracias a él con quien exploraremos, en mayor medida, la parte mágica puesto que se unirá a la compañía del Primero de los Magos, Bayaz.
Conoceremos también al capitán West, así como también a la compañía de Logen, los llamados Mejores Guerreros, que nos aportaran una sustancial información de lo que acontece en el norte. Lo único que puedo decir que hecho en falta es algún personaje femenino más, pues si bien es cierto que tenemos a Ardee y a la fugada Ferro, estas, al menos por el momento, gozan de poco protagonismo.
Si cambiamos de tercio nos encontramos con un punto muy a tener en cuenta como son: las escenas de lucha, las cuales son un derroche de crudeza, descritas de manera muy explicita y dura. Lo cual nos da una clara visión de los hechos, de cómo viven y a que se enfrentan los personajes, todo ello sin recrearse demasiado en descripciones vanas. Así mismo los pensamientos de los protagonistas también suelen ser bastante grotescos y crueles, quizá el inquisidor Glokta es el más claro ejemplo de ello.
Como decía al principio este volumen se trata más que nada de una introducción, pero es que, además, esta entrega no tendría sentido como novela autoconclusiva. Abercrombie no nos da un arco argumental completo como solemos encontrar normalmente, que en un punto de clímax hace que toda la historia cobre sentido aunque se quede algún hilo suelto del cual tirar después para continuar la saga. Es, como decíamos, una introducción dónde al final las historias de los personajes confluyen o se les entrega un cometido. Se queda así la puerta abierta a la continuación: Antes de que los Cuelguen.
En resumidas cuentas, aquí los que mandan son los personajes, y es que son buen número al que Abercrombie ha sabido orquestar muy bien. Remarcar que lo ideal es que no os plantéis leeros solo esta novela, si no la trilogía al completo porque como decía no hay por el momento un argumento como tal, o un objetivo final a alcanzar por los personajes. La verdad, merece la pena, y la propia historia nos guía a meternos en el segundo volumen sólo por ver como siguen adelante los personajes.
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