domingo, 31 de enero de 2021

Reseña: Memorias de Hielo (Malaz: El Libro de los Caídos III)



Retomamos esta titánica saga
, y tras leer la segunda  entrega, Las Puertas de la Casa de la Muerte, me lanzo a seguir explorando el intrincado y colosal mundo de Malaz: El Libro de los Caídos. Ahora es el turno de la tercera entrega: Memorias de Hielo. Una edición en tapa dura con sobrecubierta, que viene con un mapa de Darujhistan en las guardas, cosa que me parece un desacierto, puesto que la acción se centra sobre todo en las ciudades de Capustan y Coral.


Ahora bien, entremos en materia, si en los Jardines la trama se enfoca en la campaña expansionista por parte del Imperio de Malaz sobre las Ciudades Libres de Genabackis, ahora retomamos el escenario para encontrarnos con que la hueste de Dujek Unbrazo ha sido declarada en rebeldía por la emperatriz. La historia continúa un poco más allá de donde se quedó en Los Jardines de la Luna y transcurre en paralelo a Las Puertas de la Casa de la Muerte, de hecho a lo largo del libro veremos como se reciben noticias a cuenta gotas de la rebelión de Siete Ciudades, y cómo afectan a la trama de los protagonistas. 


En cuanto a extensión, Memorias del Hielo es bastante más extensa que su predecesora, cuenta con unas trescientas páginas más, y es muy posiblemente el más extenso de toda la saga junto con La Tempestad del Segador (Libro VII)  y Polvo de Sueños (Libro IX). Además Erickson sigue manteniendo el estilo de obra coral, y en este volumen nos mostrará el punto de vista y presentará nuevos personajes. De esta manera tenemos que, al rededor de las cuatrocientas primeras páginas, nos está presentando un nuevo elenco de personajes mientras que también nos pone en situación de los que ya conocíamos.


Por una parte y como ya decíamos tenemos a Dujek Unbrazo y su ejército, declarados en rebeldía, que se ven obligados a hacer causa común con sus principales enemigos en el continente: la alianza de los Tiste Andii, encabezados por el afamado Anomander Rake,  y el caudillo Caladan Brood, para hacer frente al horror que se avecina desde las tierras del sur: el Dominio Painita una abominable marea sedienta de sangre guiada por una doctrina brutal. El grueso de este movimiento lo componen los Tenescrowri así como los Hijos de la Semilla de los Muertos, un ejercito de campesinos que en pos de su nueva fe se han abandonado al canibalismo y otras prácticas igual de aberrantes


Los Abrasapuentes tendrán mucho que decir en esta historia, y serán una de las tramas principales. Capitaneados ahora por Ganoes Paran, quién seguirá ganando peso a lo largo de la historia, veremos como se las ingeniarán para salir de las situaciones más complicadas. También seguiremos los pasos de Ben el Rápido, y caminaremos por sus múltiples sendas, las cuales y como preludio de un mal mayor de origen desconocido ha comenzado a envenenar las sendas de la magia.



Así pues los ejércitos del Dominio Painita avanzarán para tomar la ciudad de Capustan donde los Espadas Grises, un contingente de soldados de élite consagrados al dios Fener, serán los encargados de resistir la ciudad ante el inminente asedio. Es en esta trama donde encontraremos a uno de los nuevos personajes: el Yunque del Escudo Itkovian, un soldado de voluntad y temple inquebrantables a quién acompañaremos durante todo el libro. Además Capustán supondrá la piedra angular del libro, pues es en este punto donde las tramas comiencen a converger, veremos como la Alianza avanza en auxilio de la ciudad, así como el desarrollo del asedio oleada tras oleada, donde los Espadas Grises tendrán que demostrar de qué pasta están hechos. Erikson nos trasmite a lo largo toda la contienda una sensación sofocante cargada de caos, violencia desmedida y falta de humanismo que nos helará la sangre.


La trama quizá más pesada para mi ha sido la de La Mhybe, quién acosada por terribles sueños y los dolores de una muy prematura vejez, pasará todo el libro aquejándose de que no le llega el final. Zorraplateada, su hija, por su parte será la encargada de reunir a los T'lan Imass en un acontecimiento nunca visto en este tiempo.


Al mismo tiempo una de las tramas que más me ha llamado la atención y con la que más he disfrutado es con la protagonizada por Lady Envida y sus acompañantes, tres guerreros seguleh que nos dejarán con la boca abierta, no sólo por sus peculiares costumbres, si no también por su increíble forma de luchar. Mientras que en Lady Envidia encontraremos una mujer de carácter fuerte y temperamental, que viajará desde Alborada hacia el corazón del Dominio Painita. Un personaje que habla mucho sin revelar gran cosa, y que creo que irá ganando mucho peso en los libros siguientes.



Cabe destacar también a personajes como Rezongo, capitán de un grupo dedicado a la escolta de caravanas, y que será protagonista de una de las múltiples tramas de la historia. Así como los infames nigromantes Buchelain y Korbal Espita, dos malintencionados sujetos que en su breve andar por la novela serán los encargados de aportar un toque de humor negro.


A lo largo de la historia se nos desvelaran muchos más detalles del lore, aprenderemos sobre la historia del mundo y sus razas ancestrales, así como las relaciones entre ellas, arrojando algo de luz sobre este mundo tan complejo y lleno de detalles, por lo que continua siendo una lectura exigente para el lector. No obstante este tomo lo encontrado especialmente disfrutable, y con un final tan apoteósico que no dejará indiferente a nadie, si bien es cierto que hasta que no pasé de las cuatrocientas páginas no lo encontré mejor que su predecesor, merece con mucho la pena leer hasta este tercer volumen. El ritmo no se hace tedioso y las píldoras sobre el lore del mundo se entienden mejor que en Jardines de la Luna. Las tramas convergen en su mayoría hacia la mitad del libro para estallar del todo en la ciudad de Coral, corazón del Dominio Painita.


El tablero está dispuesto, mortales, dioses y fuerzas más antiguas y primigenias se disponen a jugar una partida cuyas reglas no están del todo claras. Si lo acontecido en Las Puertas de la Casa de la Muerte ya nos dejó el corazón roto,  llegados a este punto, sólo puedo decir que Erickson es un genio del dramatismo, capaz de infundirnos y desgarrarnos el corazón con los horrores de la guerra, pero también con la camaradería y la hermandad que hay dentro de los ejércitos de la Alianza. Y nos muestra la parte más psicópata y sociópata que puede alcanzar la mente humana, pero al mismo tiempo nos enseña que también pueden ser voluntad firme y capaz de grandes gestos.


 

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