
Como lectora primeriza de Malaz y estando sobre aviso de que en esta primera entrega no iba a tener ni idea de porqué pasan las cosas que pasan, he de decir que me ha costado leerlo y aunque no es un libro especialmente largo, es posible que se os atragante un poco. Por lo que recomiendo leerlo con paciencia. Y es que Erikson nos lanza en medio de un caótico mar de acontecimientos que se suceden uno tras otro sin descaso para el lector y a los cuales parece que no encontramos mucho sentido primera instancia.
Aunque Los Jardines de la Luna aparentemente no proporcione muchas respuestas a un ávido lector en busca de detalles y comprensión, es la introducción a un mundo épico basto y lleno de detalles. Estamos así ante una obra de una dimensión colosal en cuanto a ambiente, razas, dioses, magia e historia. Y es que si algo me ha invitado a quedarme en Malaz han sido precisamente los personajes. Un libro dónde no hay héroes y los personajes, los cuales son presentados de forma magistral, se mueven por sí solos motivados por sentimientos como la venganza, la obsesión, la camaradería o el simple instinto de supervivencia. Además Erikson encara a los personajes en un rango de edad y razas muy variado, gran parte de los cuales nos los presenta ataviados con un velo de misterio del que apenas se desprenden.
La cantidad de razas que pueblan el universo Malaz es de lo más variada, lleno de términos que en la primera toma de contacto pueden parecernos complicados, pero con el que nos iremos familiarizando a medida que avanza la lectura. Criaturas sorprendentes como los T'alan Imass o los Tiste Andii, cuyo señor, Lord Anomander Rake, me parece el personaje mejor presentado de todos, envuelto en un halo de misticismo y con títulos como Hijo de la Oscuridad o Melena del Caos hace que despierte especialmente mi curiosidad por él. Declarado enemigo del Imperio y portador del mandoble Dragnipur llevará su fortaleza flotante allá a donde pueda plantar cara al Imperio de la emperatriz Lassen.
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Portada francesa por Marc Simonetti |
Por otra parte podemos dividir la trama en dos grandes elencos de personajes, por un lado tenemos al sargento Whiskeyjack y su mermado pelotón de "Los Abrasapuentes" compuesto por grupo que va desde los zapadores Violin y Seto, el sanador Mazo, el asesino Kalam y el mago Ben el Rápido, la historia de estos dos últimos la encuentro particularmente interesante a la par que entretenida, pasando por la recluta Lástima. Veremos también al capitán Paran quién, en su intento de reunirse con el pelotón de Whiskeyjack, pondrá a prueba su suerte y su pericia. Mientras que por otra parte encontramos al también misterioso y peculiar Kruppe y su variopinto grupo de amigos: el dandi Murillo, el asesino Rallick, el joven portador de la moneda Azafrán y el borracho Coll.
Un elemento que impregna y es muy sentido en la obra es: la magia. Todos los personajes que tratan con ella son capaces de sentirla cuando los magos abren las "sendas" o poderosos demonios son desatados.
En resumidas cuentas estamos ante la presentación (acertada o no, eso ya queda al gusto de cada uno) de una saga que promete mucho y aunque se me ha hecho pesado de leer en algunos tramos envuelve a los personajes en un entorno totalmente hostil y con una carga de acción constante, donde nada es lo que parece y siempre hay alguien que parece mover los hilos entre bambalinas. Finalmente alabar a Erikson por como es capaz de hacer que todas las tramas acaben confluyendo en un punto determinado de la historia.
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