domingo, 4 de octubre de 2020

Reseña: Las Puertas de la Casa de la Muerte (Malaz: El Libro de los Caídos II)


Nuevamente, y tras leer la primera entrega, Los Jardines de la Luna, me lanzo a seguir explorando el intrincado y colosal mundo de Malaz: El Libro de los Caídos. Ahora es el turno de la segunda entrega: Las Puertas de la Casa de la Muerte. Si en los Jardines la trama se enfoca en la campaña expansionista por parte del Imperio de Malaz sobre las Ciudades Libres de Genabackis, ahora el escenario principal de la historia estará en el continente de Siete Ciudades, que tras años de gobierno malazano, se encuentra en plena rebelión. La historia continua un poco más allá de donde se quedó en los Jardines de la Luna. Ligeramente más extensa que su predecesora, cuenta con unas 100 páginas más, y la historia me parece más compleja, en este caso encuentro la acción más fácil de seguir, quizá sea porque ya conocemos algo más del mundo.


El cambio tan brusco de un continente a otro supondrá la apertura de varias tramas nuevas y, aunque viajaremos con personajes ya conocidos en los que profundizaremos, esto supondrá también la introducción de otros nuevos al extenso elenco de la saga. 

Así pues dejamos atrás Darujistan lo cual para el lector deseoso de saber cómo continúa la historia de Ganoes Paran, Whiskeyjack, Ben el Rápido y el resto de los Abrasapuentes, así como la de sus rivales Caladan Brood y el misterioso Anomander Rake puede llevarse un chasco ya que no se, pues este arco argumental no tendrá continuidad hasta Memorias de Hielo, tercer libro de la saga. Sin embargo, en esta entrega profundizaremos en personajes que ya nos son conocidos como los Abrasapuentes Kalam y Violín, así como el ladrón daru Azafrán y Apsalar, ya libre, en apariencia, del dominio del Señor de la Sombra. Este grupo se meterá de lleno en Siete Ciudades y el desierto de Raraku, un lugar salvaje e inhóspito, que se encuentra alzado en armas contra el imperio.

Por otro lado, las nuevas tramas argumentales brillan con luz propia, especialmente la de la Cadena de Perros, en la que a través del punto de vista del historiador Duiker asistiremos al desesperado intento del Puño Coltaine (en mi opinión, probablemente el personaje mas heroico e inspirador hasta el momento) al mando del Séptimo Ejército y sus wickanos para evitar el genocidio en una desesperada huida a través del continente, en un desgarrador y visceral relato. Esta trama es para mí lo mejor del libro. Erikson ha hecho que me enamore de Coltaine sin ni siquiera narrar directamente desde su punto de vista, creo que esto dice mucho de la manera en la que Erikson es capaz de desarrollar personajes, con las acciones de Coltaine Erikson consigue robar por completo el centro de atención al resto de personajes a los que si seguimos más directamente. Las batallas y escaramuzas que tienen lugar a lo largo de toda la Cadena de Perros está narrada y explicada con brillantez, nos da una idea clara dentro del caos y furia guerreros de cómo se mueve cada grupo. He de decir que los zapadores son un recurso inagotable de triquiñuelas y, voy a permitirme ser una mal hablada: son los bastardos más cabrones e ingeniosos que me han echado a la cara. 

Otra nueva trama se abre con Felisin Paran y la odisea como esclava a la cual la condena su hermana Tavore, ahora consejera de la emperatriz Lassen. Corrompida por el odio y el resentimiento y de agudo ingenio para herir a los demás con su afilada lengua, Felisin me resulta el personaje más desdichado de todo el libro, la crueldad se apodera de ella, y el camino que recorre la llevará a un punto de no retorno. acompañada por el renegado sacerdote de Fener, Heboric y el matón Baduin.

Finalmente tenemos lo que considero la trama más tierna, y es que la amistad de Mappo el trell e Icarium, el jhag, fraguada por un largo camino en la búsqueda de los recuerdos del amnésico jhag, es conmovedor cómo ambos cuidan el uno del otro, y todo lo que Mappo sabe y no deja ver puede ser crucial para la historia, no solo de ambos personajes, si no que posiblemente repercuta más allá de todo Malaz en su conjunto. Habrá que ver porque de esta pareja solo hemos visto la punta del iceberg y considero que apenas se nos han contado cosas de ambos. 


En definitiva Las Puertas de la Casa de la Muerte es una novela intensa, pero al igual que su predecesora, es una obra compleja, repleta de detalles que aparentemente no tienen explicación (intencionadamente sospecho) o que bien simplemente desconocemos, pues una vez más Erikson nos suelta en el vastísimo mundo de Malaz y el lector ha de familiarizarse poco a poco con sus reglas e historia. Los personajes están muy bien desarrollados y resultan convincentes. Es un libro que está lejos de ser una lectura para quien busque heroicidades, que las hay, pero no por ello deja de ser una lectura dura, un descenso lento y gradual a la desesperación y la locura, una oda al fatalismo y la dureza de la guerra, así como a sus consecuencias, es por tanto un libro mucho más oscuro en comparación a lo que acontece en Los Jardines de la Luna, y habrá de continuar en Memorias del Hielo. 

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