domingo, 3 de octubre de 2021

Reseña: Los Cazahuesos (Malaz: El Libro de los Caídos VI)


Con los Cazahuesos entramos en la segunda mitad de Malaz: El Libro de los Caídos. Llegados a este punto, es complicado hacer una reseña sin apelar a lo acontecido en los libros anteriores, sin embargo trataré de no incurrir en spoilers.


En esta sexta entrega y tal como ocurría con sus predecesores se compone de cuatro "libros" agrupados en un único volumen. La edición de Nova, en tapa dura con sobrecubierta lleva el mapa de Siete Ciudades en las guardas, pero también incluye un mapa de la zona central del Imperio de Malaz, Quon Tali, así como un mapa de Ciudad Malaz, importante el dramatis personae para situar a algunos personajes, así como el glosario de los términos generales más utilizados durante la narración. Ahora bien, entremos en materia:

Lo primero es decir que Los Cazahuesos supone la visión de una imagen más amplia en lo que es este vasto tapiz que Erikson teje con gran habilidad. En este volumen vemos como líneas que antes estaban separadas y un tanto inconexas comienzan a colisionar unas con otras. Casi todos los personajes que hemos ido conociendo en anteriores entregas y sus respectivos arcos o subtramas se unen aquí para dar forma a la narración más cohesionada de todos los volúmenes de la saga hasta ahora. Seguimos viendo la maravillosa y filosófica prosa que despliega Erikson, esto puede resultar farragoso para un lector poco acostumbrado a este estilo de narrativa. Sin embargo para el que ha llegado a este punto de la lectura veremos que Erikson simplemente va manteniendo el tono filosófico al que nos tiene acostumbrados, dejándonos con pasajes muy profundos y cargados de sabiduría, dignos de ser recordados.

Tras el paréntesis y deslocalización que supuso "Mareas de Medianoche", en esta ocasión volveremos a hallar rostros conocidos, algunos de los cuales se echaban mucho de menos. Erikson continúa con su estilo de obra coral, y a través de largos pasajes, vamos saltando de un grupo personajes a otros, de unas tramas a otras, canalizándolas y convergiendo entre sí en el tramo final. Y es que, el ya de por sí amplio elenco de personajes no ha dejado de crecer, en este volumen se desarrollan algunos que se habían esbozado anteriormente pero que ahora vemos más delineados y complejos. Como os podéis imaginar este tomo abarca mucho para el poco tiempo que pasa para los personajes, no es uno de los volúmenes más cortos de la saga.  Hay muchas más tramas desplegadas, pero estas han sido las más significativas para mi: 

Los Cazahuesos por Marc Simonneti
Como decía antes, en esta entrega Erikson recupera personajes que llevaban desaparecidos un tiempo, no obstante muchos de esos personajes ya los había situado, o los va situando en este tomo, donde él quiere que estén. Uno de los personajes que más me he alegrado de ver es a Ganoes Paran quién adquiere un papel mas activo en su rol de Señor de la Baraja, dando como resultado una de las tramas más interesantes y emocionantes del libro, su evolución es de las mejores de la saga, ver como trata de abrirse camino contraviniendo todo pronóstico, el cómo reacciona a las situaciones que le salen al paso... 

Luego, bajo la sombra de los desaparecidos Abrasapuentes, veremos cómo se fragua el escuadrón de Los Cazahuesos dentro del Decimocuarto Ejército de Malaz, y cómo  este acontecimiento abarca una extensión bastante importante del libro. Después de lo acontecido en La Casa de Cadenas el Decimocuarto emprende la persecución de lo que queda del ejército de la rebelión liderado ahora por Leoman de los Mayales quién les conducirá a la ciudad de Y'Ghatan, un lugar con una sed de sangre malazana inagotable. Mientras, la diosa de pestilencia, Poliel ha desatado su poder por Siete ciudades, dejando a su paso un rastro de enfermedad, muerte y podredumbre, otro problema más con el que los malazanos tendrán que lidiar. Pero una de las cosas que más me ha gustado es como Erikson nos acerca más a Tavore, sus inquietudes comenzarán a revelarse, este acercamiento a la Consejera me ha llevado a replantearme seriamente mi opinión inicial sobre ella, no es pequeña la carga que soporta y sabe a cada paso esa carga será mayor.

El toblakai Karsa Orlong proseguirá su viaje, la bruja y erudita SamarDev se convertirá en testigo de sus hazañas por el Jhag Odan. Y es que si hubo un personaje que echara en falta en Mareas de Medianoche ese es Karsa. La visión y el enfoque empleado en este personaje me asombra, me horroriza y me maravilla, pues el carácter y la argumentación que da a sus actos lo convierte en un personaje que brilla por sí mismo. Si bien en su presentación inicial en la casa de Cadenas me resultó muy bárbara, y distaba de convertirse en mi favorito. Erikson me ha dado una cura de humildad con él, pues la evolución, el cambio, el cómo está haciendo avanzar al personaje (desde esa postura tozuda, engreída, sanguinaria, fanfarrona y decidida del toblakai) es, simplemente, magistral.

Todo ello mientras Icarium y Mappo también vuelven a primera línea, y veremos como su relación es puesta a prueba por los Sin Nombre. Sin embargo la trama de estos dos, y pese a que tiene partes muy buenas de descubrimiento y conocimiento (o desconocimiento) del mundo, me resultan un poco lentas. No obstante el cómo llega al final me sorprendió mucho, y me dejó con ganas de más.

El toque de humor en este volumen va a cargo de Iskaral Pust y su mujer, Mogora, sus delirantes "escenas de matrimonio" y el humor que aportan hace pensar que tal vez hay un poco de esperanza en este mundo oscuro, duro y solitario.

No puedo dejar de mencionar a Apsalar un personaje que ha recorrido un largo camino desde la primera vez que la conocimos en Los Jardines de la Luna, pese a que se ve una evolución el personaje creo que Erikson está guardando todo su potencial para las siguientes entregas. Mientras Apsalar baila en las sombras y trabaja para los dioses, y aun siendo presa de las dudas de qué le deparará el destino la joven dejará claro que tiene una fuerte voluntad y determinación por desvincularse de esa guerra de dioses a la que se ha visto arrojada. 

  
Si bien la lectura avanza, en lo que a tiempo se refiere, más bien poco, la cantidad de acontecimientos que tienen lugar a lo largo de las páginas no decepciona. El final desemboca en un cataclismo de acontecimientos, donde nos son reveladas muchas cosas, y colisionarán tramas que supondrán un punto de inflexión en muchos personajes y en el propio curso de la historia. La contienda a la que se ven arrastrados los personajes, la desesperación (con toques de humor negro) que sufren vuelve a hacer de estos libros una lectura apasionante y emotiva. Así mismo la introspección que los personajes hacen sobre sí mismos nos muestra la brillantez con la Erikson ha conseguido desarrollarlos. Aunque no me ha parecido el mejor de la saga, si que tiene puntos por los que bien merecería serlo, tiene uno de los finales más apoteósicos que he leído hasta el momento, y las 200 últimas páginas son un recorrido efímero para la gran cantidad de información que nos es revelada. Sin embargo, hasta este momento sigo pensando que el que más emociones me ha despertado durante la lectura es "Memorias de Hielo". Por otra parte, y para la extensión que tiene el libro, no considero que tenga un exceso de paginado como algunos afirman, ya que una de las cosas que hacen grande a esta saga son esos detalles. El cómo introduce nuevas civilizaciones, tribus, o razas con todo lo que supone: el conjunto de costumbres e ideologías por las que se rigen, así cómo los conflictos raciales y culturales a los que se ven sometidos, independientemente del bando del que proceden, etc. Erikson está moviendo a los personajes a lo que sospecho que en los próximos libros será un jaque mate a la historia, o más bien a la resolución, bien porque sucumben o bien porque se alzan, de algunas tramas. Ese pensamiento me está generando muchas expectativas para el siguiente volumen: "La Tempestad del Segador".

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