domingo, 19 de julio de 2020

Reseña: El Último Argumento de los Reyes (La Primera Ley III)



Estamos ante el final de una trilogía en la que el nivel de acción y la crudeza con la que se narran las batallas y otras situaciones es sobrecogedor. Y es que si de algo encontramos en este desenlace de la saga de La Primera Ley son batallas. Estaremos en conflicto la mayor parte de la historia, donde nada es lo que parece y encontramos un vuelco inesperado a cada capitulo.

Es un libro que va poco a poco, y de menos a más, las doscientas últimas páginas pasan a un ritmo vertiginoso. Además estamos ante una trama sin concesiones, llena de violencia, batallas, venganza, peleas, duelos, repleta de cinismo e ironía, dónde nada parece acabar como esperamos y dónde al final todo se hila de forma magistral dejando todo bien atado. 

El elenco de personajes sigue sorprendiéndonos, no hay buenos o malos, sino que cada uno de ellos lucha por sus propios intereses. Y especialmente en este tomo iremos dilucidando en lo que se convierte cada personaje. Y es que cada uno acaba velando o tratando al menos de velar por sí mismo, sorprendiendo de diferentes maneras al lector.

Los protagonistas evolucionan significativamente, y veremos los verdaderos intereses, las decepciones, o los sueños y aspiraciones de cada uno de ellos. El monólogo interno de Glockta, con esa muestra de cinismo, ironía y su visceral visión de la realidad volverá a hacer las delicias del lector. Mientras que la vida de Jezal dará un vuelco que ni él mismo creía posible. En el Norte, el Sabueso y West, junto con Logen Nuevededos tendrán que arreglárselas contra el ejercito de Bethod. Mientras que Ferro, sigue a Bayaz y a sus promesas de venganza contra los Gurkos. 

Esta ambivalencia con la que Joe Abercrombie trata a los personajes es uno de los mejores elementos de su prosa. Tan rápido los encumbra y colma de alegría que los aleja de ese éxito condenándolos de uno u otro modo. La linea que separa al héroe del villano se difumina más y más a cada momento y en un instante las acciones pasan de ser un acto heroico a transformarse en un truculento acto tiránico, horrible y despreciable.

No esperéis un final al uso, de hecho está bastante lejos del típico final podríamos prever y que nos deje un poco fríos, pero es que no podría considerarlo un final como tal si luego tenemos en cuenta que hay cuatro libros más que continúan con los mismo personajes. Si bien es cierto que estamos ante el cierre de esta trama, también supone un nuevo comienzo para cada uno de los protagonistas, y que se nos desarrollará como es debido en el resto de volúmenes que le siguen, pero ya fuera del circulo de esta trilogía. 

En definitiva estamos ante el final La Primera Ley, una saga sin desperdicio, con unos personajes memorables, cargada de un "fantástico" realismo, repleto de cinismo e ironía y que va más allá de los clásicos buenos y malos., donde el peligro acecha de forma sangrienta y brutal, y donde las consecuencias de las decisiones de los protagonistas puede dejarnos con la sangre helada. Los protagonistas nos resultaran muy redondos y plausibles, dentro del entorno que Abercrombie ha creado para ellos. Y es que si algo ha sabido desarrollar Abercrombie en esta obra es a sus personajes y las relaciones e interacciones que estos mantienen, así como las descripciones de las batallas, las cuales son muy descriptivas adrezadas con ese toque de desmedida violencia. 

1 comentario:

  1. Gran final para una gran saga. De este libro me quedo sobre todo con Nuevededos y el Sabueso en el norte. Grandísimos!

    Saludos!

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